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Friday, January 23, 2009

Sin petróleo, por favor..


Hace demasiados años ya que en Latinoamérica, todos estamos conscientes de la necesidad del "cambio". El problema es que, si bien identificamos fácilmente aquellas cosas que la mayoría reclamamos: viviendas dignas, empleos dignos, calidad de vida, seguridad personal, mejor redistribución de ingresos, educación y salud, nadie esta mayormente interesado en identificar aquellas en la cuales todos tenemos algo que cambiar. Hemos seguido el camino equivocado al engañarnos pensando en las ventajas del cambio a nivel personal, y no en la medida de lo que podamos aportar -y si es el caso sacrificar -para que los cambios sean positivos a nivel colectivo. (ARG)

"Como bien dice Per Kurowski en un artículo en El Universal de Venezuela, "¿Quién no quiere cambios en Venezuela? Aparte de algunos malditos sádicos gozones que saben que cualquier cambio les menguaría su capacidad para abusar, todos los quieren. Eso es tan así que hasta quien lleva detentado durante ya toda una década los instrumentos supuestamente necesarios para cambiar al país, no hace sino seguir hablando sobre la necesidad de cambios, como si fuese su primer día de preescolar".

"¿Cómo hacemos?" -se pregunta Kurowsky. Y se responde: "Buscando poner al Estado al servicio nuestro en lugar de nosotros tener que estar al servicio del Estado. ¿Y cómo logramos eso? Evitando que el usufructuario del Estado se alimente con los recursos naturales del país haciéndose rico sin necesidad de recurrir al ciudadano". ¿..Pero y si con la caída de los precios del petróleo ya el Estado no es rico? Quizás sea así -reflexiona Kurowsky - una vez que raspe la olla, temporalmente, pero eso no implica que debamos dejar abierta la puerta para que otro futuro usufructuario del Estado pueda volver a montarse encima de nosotros".

Pero yo diría que la lección es otra, y va mucho mas allá. En la últimas décadas ya ha quedado ampliamente demostrado en Venezuela y sus países hermanos, que la riqueza de un país no está en sus recursos naturales, sino en la riqueza de su gente. Los ejemplos son varios y absolutamente enriquecedores. Los países que muestran hoy los mejores índices de prosperidad y bienestar, son precisamente aquellos que tuvieron que prescindir de sus riquezas naturales, o que nunca las tuvieron. El caso de Japón, destruído totalmente tras la segunda guerra, que sin petróleo ni materias primas en tres décadas llegó a transformarse en la segunda potencia económica mundial, el de Finlandia, que tuvo que superar la caída de Rusia, su principal socio y sostén comercial y cambiar su paradigma maderero por el de polo tecnológico, el de Irlanda, que siguió un camino similiar cerrando sus desgarramientos internos y abriéndose a las inversiones, son apenas algunos de los que hoy brillan con luz propia por la energía que generan sus ciudadanos, y no por la de sus recursos naturales.
Salto Angel -Impresionante belleza de Venezuela

Con la caída del ingreso petrolero, se abre una nueva oportunidad para demostrar la verdadera riqueza de Venezuela. Venezuela no es, ni puede ser, sólo petróleo. Creer eso, es vivir negando permanentemente la capacidad de los venezolanos. Y esa es la trascendental tarea a ejecutar y el principal mito a desmontar por los nuevos gobernantes, sean del partido que sean. Venezuela debe potenciar al máximo su clase media, hoy desvalorizada, y extraer de ella los mejores prospectos para enrumbarse como nación competitiva frente a los grandes desafìos tecnológicos y productivos que -le guste o no -deberá asumir en el futuro. Entre todos sus recursos, deberá priorizar el humano. Es el único que puede asegurarle y mantenerle un crecimiento genuino, a largo plazo.

Los peligros del "oro negro"..

A finales del año 2008 y principios del 2009, Uruguay, el pequeño país del cual provengo, está licitando condiciones para la exploración y producción petrolera. Supuestamente, la aparición de este hidrocarburo debería ser una noticia gratificante para todos. Y sin embargo, mas allá de gratificante, me resulta preocupante. ¿Soy un negado acaso? ¿Es que no me sensibilizan los cambios favorables que esto pueda traer para el país? Claro que me interesan todos los cambios que puedan ser favorables para el país, pero en realidad, los preferiría sin petróleo. ¿Por qué..?

Desde la nacionalización del petróleo, en Venezuela, han sucedido dos cosas evidentes: el Estado ha recibido una impresionante cantidad de recursos económicos, sin que mayormente hayan contribuído al desarrollo del país, mientras que la población, que mayoritariamente no ha contribuìdo tampoco en la explotación de ese recurso -habiendo sido más que nada un espectador silencioso -no se ha visto favorecida con una mejor calidad de vida. Lo que es peor, en lugar de haberse "sembrado el petróleo" -según el reclamo y la caracterización de aquel preclaro venezolano, Arturo Uslar Pietri -en obras y ejemplos que permitieran desarrollar una sociedad más justa, equitativa, moderna, el recurso petrolero ha significado una fuente permanente de corrupción y despilfarro, con su correspondiente legado de malos ejemplos para la nación.

La "siembra petrolera" sembró de ranchos a Venezuela

Y esto no es patrimonio exclusivo de este gobierno -el cual se asegura ha recibido en sus diez años más de 850.000 millones de dólares por conceptos petroleros -sino también de todos los anteriores, cuyo mediocre concepto de la democracia consistió en enriquecer a un selecto grupo, en detrimento de una mayoría del 80%, a la cual se les regalaban migajas de la inmensa torta sembrada en cientos de miles de ranchos que en condiciones paupérrimas hoy coronan la testa de la sociedad venezolana. Nada se hizo mayormente por la mayor calidad de vida, por la seguridad personal, por la educación y la salud, que son los principales baluartes de una sociedad que se precie de ser justa y equitativa. Lo único que se sembró fue la flojera; haciéndole creer al pueblo que de una forma u otra el "estado paternalista" petrolero y rentista, siempre estaría allí para regalar algo -más que para solucionar algo –de las necesidades puntuales, y en lo posible mediáticas, si a su vez redituaban beneficios para el partido político de turno. Hoy, mientras escribo este artículo, Venezuela está mas dividida y radicalizada que nunca. Ante la propuesta de un modelo que, si bien ha arrojado cambios importantes en cuanto a la atención de las necesidades básicas de la población - basado una vez más en la regalía petrolera -presenta una propuesta de reelección que más allá de reelegir al presidente, significa consolidar el cambio a un modelo socialista y excluyente, que fue expresamente negado en el referendo popular realizado hace poco más de un año atrás..
Zonamérica, el Polo Tecnológico internacional de Uruguay
Uruguay: ¿la Suiza de América..?

Uruguay tiene una larga experiencia en materia de crisis, de cambios frustrados, y otros -al fin exitosos -dentro de su larga y nada fácil historia democrática. Nunca tuvo una renta petrolera para sustentar los egocentrismos de un modelo excluyente, que negara la participación del sector privado en el desarrollo del país. Por el contrario, y hasta el día de hoy -exhibiendo un gobierno socialista -siempre se apoyó en el esfuerzo de sus emprendedores para financiar los cambios que han ido perfilando su identidad como nación. Y así como en decadas pasadas Uruguay fué considerado "La Suiza de América", o la "Tacita del Plata", etc. etc., por los logros en consolidar una clase media que posibilitó un desarrollo agroindustrial y empresarial con inclusión social, los noticieros internacionales se asombran hoy de los increíbles resultados económicos -macro y micro -que presenta el país más pequeño de la región.
Casapueblo, Punta Ballena, un ícono del turismo uruguayo
Sin duda, Uruguay será el país que presente el mayor porcentaje de crecimiento del PIB en Latinoamérica, durante el año 2008. Dentro de Uruguay, muchos tratarán de quitarle méritos al gobierno socialista de turno, precisamente por ser una "novedad socialista" dentro del desencanto -tanto capitalista como socialista -que muestra el mundo de hoy. Pero el mérito está en que sin desconocer en absoluto los aportes que puedan haber tenido los anteriores gobiernos, ha sabido superar los problemas gastrointestinales internos para demostrarle al mundo que somos "otra cosa.. " Somos y seguimos siendo aquel ejemplo que décadas atrás nos admiraban...Somos y seguimos siendo esos locos y a veces desubicados, por un fanatismo futbolero que nos engolosinó con dos títulos mundiales a los que -como regalo petrolero nos acostumbramos – y nunca mas hemos podido responder..
Pero somos también los primeros que dimos el ejemplo de implementar un "Plan Ceibal" recogiendo el proyecto mundial de "una computadora por niño", allí donde esté. Somos también los preferidos por los principales inversores mundiales en producción papelera; en productos cárnicos y derivados lácteos, en producción de granos y cereales; en ofrecer un turismo natural con altos índices de "calidad de vida", y el usufructo de un "puerto libre" de aguas profundas para descargar mercaderías para toda la región. En crear y exportar las mejores soluciones en software para el mundo entero, y en codearnos con los máximos líderes de los emprendimientos tecnológicos mundiales, en su propio hogar de Silicon Valley, en California.
¿Otros cambios? Según datos de la empresa Netgate del año 2007, en Uruguay "teletrabajan" unas 32.000 personas que significan un aporte al PBI de unos 420 millones de dólares anuales. El presidente de Netgate, Álvaro Lamé, estimó que de aumentar la cantidad de personas que trabajan de esta manera "se va a transformar en el principal ingreso del país".
Todo eso somos los uruguayos, sin petróleo; ¿podrá el petróleo mejorar todo eso? O será que todo eso lo logramos, precisamente, por no tener petróleo? Esa es mi duda, y se las dejo a ustedes. Mientras tanto, yo me voy a tomar otro café. Sin petróleo, por favor; y guárdese el cambio..

Argenta, Enero, 2009

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